Crisis del transporte público de Santiago necesita solución ahora
Luego de más de un año y medio de funcionamiento del sistema de transporte público de Santiago, ha llegado la hora de reconocer que su diseño e implementación han fallado y que por el bien de todos (as) los (as) ciudadanos (as) de a pié en la región Metropolitana, y en última instancia de todo el país; debemos buscar soluciones definitivas para este drama cotidiano que viven millones de hombres y mujeres afectados por esta emergencia.
Más allá de establecer las responsabilidades legales y administrativas involucradas, consideramos que por sus connotaciones, proyecciones y efectos colaterales, que afectan directamente a un 40 por ciento de la población e indirectamente a todo el país, este es un tema de interés nacional, al que todos debemos contribuir, más allá de nuestras filiaciones políticas e intereses corporativos; porque se trata de una situación que está afectando la calidad de la vida cotidiana millones de chilenos y chilenas, especialmente los más pobres. Para nosotros este un asunto de responsabilidad primordial, ante el que no podemos permanecer indiferentes sin pecar de indolencia o irresponsabilidad ante el sufrimiento humano.
Concordamos con las propuestas formuladas por el Senador Eduardo Frei Ruiz Tagle en el sentido que el Administrador Financiero del Transantiago (AFT) debe cambiar y que tanto los bancos involucrados como el proveedor tecnológico tienen que asumir todas sus responsabilidades ante estas fallas. También consideramos una buena idea la creación de una empresa estatal –como Metro- con patrimonio y presupuesto propio; que se encargue de la administración del sistema, con atribuciones para realizar los actos que sean necesarios para que, de una vez por todas, Santiago cumpla el sueño de ser una capital con un sistema de transporte "de clase mundial" y al servicio de sus habitantes.
Son innegables las responsabilidades del Estado; pero también los empresarios privados involucrados han contribuido a ahondar la crisis del transporte, por su incapacidad y falta de iniciativa para solucionar problemas que son de su incumbencia directa; como la regulación de las flotas o la mala calidad del parque de buses, entre muchas otras falencias; sin que hasta ahora reciban sanciones por el mal servicio que están entregando.
Apoyamos que el gobierno utilice recursos del 2% por ciento constitucional para enfrentar la crisis de Transantiago, con el objeto de sostener el sistema mientras encontramos la mejor solución técnica al problema planteado, cuya sangría constituye un freno para que podamos enfrentar otros asuntos de interés nacional, como los relacionados con salud, educación, descentralización, urbanismo o desarrollo energético.
Transantiago no es solo un tema de los santiaguinos. Es y seguirá siendo un asunto de de interés nacional, porque sus efectos directos o indirectos se están dejando sentir en toda la extensión de nuestro territorio. De no encontrarse una solución global, las regiones tendrán que afrontar sin subsidios el alza de sus respectivos servicios de transporte. La derecha no puede seguir buscando dividendos políticos pequeños a costa del dolor de aquellos que dependen de los servicios de transporte público.
Jaime Gazmuri - Senador Socialista
Sergio Aguiló - Diputado Socialista
Marco Enríquez-Ominami - Diputado Socialista
Ana Bell - Integrante del Comisión Política del PS
Christian Urizar - Integrante del Comité Central del PS
Rubén Andino - Integrante de la Comisión Política del PS
Gonzalo Martner - Integrante del Comité Central del PS
Edison Ortiz - Integrante del Comité Central del PS
Julia Rojas - Integrante del Comité Central del PS
Mario Mandiola - Integrante del Comité Central del PS
Alfonso Guerra - Integrante del Comité Central del PS
Pedro Sepúlveda - Integrante del Comité Central del PS
Paddy Ahumada - Presidente Regional Valparaíso del PS
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