Este no es país para viejos ... pero puede serlo
Rubén Andino Está de moda un cierto culto a lo joven. Al parecer los años vienen a ser un estigma que se expresa en la práctica en desprecio, abandono y olvido. Nuestra cultura premia el éxito, la belleza, el dinero y la lozanía. Este culto tiene raíces profundas. Ya los conquistadores españoles hicieron de la búsqueda de la fuente de la eterna juventud el incentivo para su incansable ambición, dejando en su compulsiva búsqueda el dolor, la muerte y la destrucción de la cultura de los pueblos originarios de América. Por fortuna, todavía no han encontrado el elixir. Imagínense como estaría de atochado el mundo. Los viejos están más expuestos que los jóvenes a los problemas de salud, son más lentos en sus desplazamientos, están dificultades para ganarse el pan; y, cuando tienen suerte, reciben pensiones o montepíos que apenas le alcanzan para medio vestirse y comer. Curioso que en una empresa un mueble o una máquina puedan ser “activos” y en la sociedad un adulto mayor se convierte en un...