La televisión chilena no quiso meterse en Honduras


Rubén Andino

A las ocho de la mañana del lluvioso día domingo 28 de junio me enteré por el canal venezolano Telesur del golpe de estado perpetrado en Honduras contra el presidente constitucional Manuel Celaya. Hice zapping y comprobé que prácticamente todas las emisoras de la televisión continental, incluyendo por cierto CNN, transmitían en directo los dramáticos sucesos ocurridos en este país centroamericano.

Recorrí los canales chilenos de señal abierta, tratando de conocer la posición de nuestro gobierno y pude comprobar que para éstos el golpe de Honduras no existía. Estuve “pegado” a la pantalla hasta las dos de la tarde y puedo afirmar sin temor a ser desmentido que entre las 8 y las 14 horas del domingo no hubo menciones en los canales chilenos a este atentado a la democracia que nos recuerda imágenes dolorosas de nuestra propia historia.

La televisión que tenemos en Chile es excluyente, discriminatoria, prejuiciosa, indolente, clasista, derechista, sectaria, adormecedora de las conciencias; pero responde fielmente a las necesidades e intereses que dominan la escena política, las finanzas y el Estado.

Para muchas personas, ya resignadas a lo que hay, esta situación puede parecer ”normal”; aunque constituyen un atentado a la democracia y al derecho humano fundamental a la información. En aras de la paz social, el miedo al conflicto y el temor a recuperar la memoria histórica, nuestro pueblo está manipulado por la mano negra de quienes moldean, masajean y domestican su capacidad crítica, a partir de programas de televisión intrascendentes, que buscan esconder los problemas derivados de la vida cotidiana y del frágil equilibrio que sostiene a esta democracia a medias.

La primera información sobre la posición del gobierno de Chile la entregó esa mañana el presidente de Venezuela, Hugo Chávez; quien dijo que la presidenta Michelle Bachelet convocaría a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que ella preside, para enfrentar el golpe en Honduras. La posición condenatoria de nuestro gobierno se conoció recién el domingo en la tarde.

Afortunadamente Chile condenó el golpe y reconoció la legitimidad del presidente Zelaya. La decisión gubernamental fue distinta esta vez de la vergonzosa posición adoptada en 2002 por el gobierno de Ricardo Lagos, a través de su ministra de Relaciones Exteriores Soledad Alvear, que durante el fallido golpe de Estado al presidente Chávez de Venezuela. El nuestro fue uno de los tres países de la Tierra saludaron inicialmente ese atentado a la democracia continental.

Por primera vez en la historia de es país, el gobierno de Zelaya –un liberal de derecha- asumió seriamente la posibilidad de resolver los gravísimos problemas sociales, mejorando las instituciones democráticas y la integración con los países vecinos. Ese pecado social no lo perdonaron los oligarcas, tal como en Chile no perdonaron las transformaciones sociales emprendidas por el Presidente Salvador Allende.

Bastó la convocatoria a un inocuo plebiscito, no vinculante, para que los poderes oligárquicos: Congreso, Corte Suprema, empresarios bananeros y grandes consorcios norteamericanos, dieran un golpe militar.

Honduras está atrasado en materia de control oligárquico de crisis.

El Chile actual ha inventado fórmulas más sofisticadas de control. Aquí hemos optado por la dictadura/democracia de los medios de comunicación, la manipulación de encuestas, el endeudamiento masivo de la población y el miedo a la pérdida del trabajo para mantener la paz social y el control del descontento popular.

Comentarios

Guillermo ha dicho que…
Rubén:

Estoy de acuerdo contigo. A mi me pasó lo mismo.

Curiosamente -quizá por suerte- el fin de semana estuve fuera de Santiago y en el lugar que estuve había tv cable con la señal de Telesur, por lo que me enteré de lo que pasaba en Honduras, antes que lo dieran los canales chilenos. Incluso, el sábado en Telesur dieron "Diario de Agustín", pero lo interrumpieron con un discurso del presidente Zelaya, previo a la consulta.

Por otro lado, Carlos Peña, el domingo en El Mercurio, se dedicó a criticar a los periodistas que se tomaron una foto con Obama, en vez de plantear temas como el que tu estás haciendo.

Dios nos pille confesados cuando vengan las concesiones para la TV DIgital. Quizás en qué manos van a caer.

Saludos y reitero mis felicitaciones por tu columna.

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