Este no es país para viejos ... pero puede serlo
Rubén Andino
Está de moda un cierto culto a lo joven. Al parecer los años vienen a ser un estigma que se expresa en la práctica en desprecio, abandono y olvido. Nuestra cultura premia el éxito, la belleza, el dinero y la lozanía.
Este culto tiene raíces profundas. Ya los conquistadores españoles hicieron de la búsqueda de la fuente de la eterna juventud el incentivo para su incansable ambición, dejando en su compulsiva búsqueda el dolor, la muerte y la destrucción de la cultura de los pueblos originarios de América.
Por fortuna, todavía no han encontrado el elixir. Imagínense como estaría de atochado el mundo.
Los viejos están más expuestos que los jóvenes a los problemas de salud, son más lentos en sus desplazamientos, están dificultades para ganarse el pan; y, cuando tienen suerte, reciben pensiones o montepíos que apenas le alcanzan para medio vestirse y comer.
Curioso que en una empresa un mueble o una máquina puedan ser “activos” y en la sociedad un adulto mayor se convierte en un “pasivo”. Los “pasivos” son bienes depreciados que terminan engrosando los desechos. ¿Será lo mismo con los viejos?
Son un grupo social silenciadoy excluido. Están sometidos al olvido, a falta de esperanza y la pobreza, a pesar de que ellos han contribuido a edificar las bases sobre las que se sustenta lo que somos y poseemos como país.
El irlandés, James Joyce, describió un fantasma como “...un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres.” Según esta definición nuestros adultos mayores son fantasmas.
Aquellos que superan los 60 ya suman cerca del 25 % de la población y en su mayoría engrosan el “sector pasivo”. En el voto, la edad no cuenta y puede definir una elección.
Comentarios
Lo que pasa es que expones los hechos pero no propones nada... y habria mucho que proponer.
En el tema Pensiones, por ejemplo, ¿No seria necesario que hubiera una pensión básica garantizada por el Estado para todos, no solo para el 40% mas pobre, de modo que uno se sienta estimulado a juntar otro poquito?
Tambien creo que seria necesario un ajuste de cuentas con las AFP que le esquilman a los "sectores medios" el 20 % de sus imposiciones.
¿Por que no relicitar las AFP? ¿o fijarles por ley una comision proporcional a la rentabilidad obtenida y no al monto de los depositos de los afiliados?
Tambien está el tema de las ISAPRES, que literalmente botan a los viejos, empeorandoles los planes hasta que les conviene más irse FONASA, donde llegan como mendigos, porque todo su aporte lo hicieron a una AFP cuando estaban jovenes y sanos.
Como todo no va a ser plata, hay que preocuparse de los viejos que estan con ganas de seguir trabajando, ¿por que no organizar un "voluntariado senior" con algun tipo de retribucion, al estilo Programa Pais (?) de los jóvenes?
Bueno , un abrazo,
Benito