La Humanidad tiene una esquina rota


Rubén Andino

Nos dejó el insigne poeta, narrador y ensayista Mario Benedetti; creador de excelencia quién hasta el fin de sus días estuvo alimentando de manera incansable su producción literaria que deja como patrimonio inmaterial y ejercicio de memoria a las nuevas generaciones de lectores y escritores.

En su larga trayectoria publicó más de 80 obras en los géneros de poesía, cuento, novela, dramaturgia y ensayo, que constituyen un cuerpo literario a través del cual hizo sólido aporte a la defensa de los derechos humanos, la libertad, la democracia y valores universales como el amor y la solidaridad.

Fue un hombre sencillo, ajeno a toda presunción. Un conversador incansable y mejor observador, dotado de ese fino humor de los uruguayos educados; y es que casi todos los uruguayos son muy bien educados. Lo vimos también en furtivas apariciones en el cine al que aportó con el argumento de la película argentina La Tregua.

Benedetti recibió entre muchos otros: el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Méndez Pelayo y el Iberoamericano José Martí. En Chile le fue otorgada la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, como retribución a sus cualidades intelectuales y a su proximidad con nuestro país.

Todavía está fresco en nuestra memoria el recital que a fines de 1993, y tras 20 años de ausencia, el autor uruguayo ofreció en la Feria Internacional del Libro de Santiago, dónde hubo lágrimas y aplausos de una audiencia emocionada con la lectura de sus obras y sus comentarios ingeniosos.

Recuerdo su poema a Salvador Allende, que me conmovió y también su incansable defensa de los derechos humanos, cuando nuestro cono Sur de América estaba lleno de dictaduras militares. Fue un escritor de izquierda, sin tapujos ni vacilaciones y un hombre consecuente de esos tan escasos hoy.

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