La vulgaridad del candidato Piñera


Las opiniones vertidas por Sebastián Piñera en la Asamblea Nacional de Enade 2008 -que reune anualmente a los grandes empresarios chilenos- constituyen un ejemplo de la ramplonería del candidato de la derecha.

En un ridículo acto de pirotecnia publictaria trucó con su cara una foto de la revista británica The Economist, que tenía como titular una frase de Barak Obama, “Yes we can” (Sí podemos). La comparación aparece forzada y fuera de lugar, porque el brillante Presidente electo de Estados Unidos encarna en el contexto de la sociedad norteamericana, valores contrarios a los que representa Piñera en Chile.

El aspirante presidencial no dudó en atacar a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet; acusándola de no tener a su hija en un público o subvencionado. La Mandataria se limitó a contestar “…la gente no quiere este tipo de odiosidades. A veces creo que, lamentablemente, la ambición de poder nubla mucho a las personas”.

En nivel del análisis de Piñera es una ofensa a la inteligencia de los chilenos y chilenas, porque es precisamente el modelo que defiende el candidato de Renovación Nacional es el que instaló la derecha durante la dictadura militar en reemplazo del sistema de educación publica instaurado en la década de 1940 del siglo pasado por el gobierno del Frente Popular, encabezado por Pedro Aguirre Cerda; quien derrotó a la derecha en una alianza de radicales, socialistas y comunistas. El lema de su gobierno fue “Gobernar es educar”. Otro gran logro de la sociedad chilena de entonces, el Servicio Nacional de Salud, fue instaurado por Salvador Allende, cuando fue ministro de Salud del Frente Popular. Ambos sistemas públicos se mantuvieron vigentes hasta el cruento derrocamiento de Allende el 11 de septiembre de 1973.

Han sido precisamente los diputados y senadores de RN y la UDI en el Congreso Nacional quienes se han negado a cambiar el modelo de educación de Pinochet, basado en el lucro. Por ese motivo me gustaría ver un debate sobre educación con otros aspirantes al sillón presidencial; especialmente porque dos de ellos, Jorge Arrate y Ricardo Lagos, fueron Ministros de Educación.

Piñera no puede dar clases de ética pública ni privada, porque en 1996 usó de manera ilegal información privilegiada para comprar acciones de LAN, que le reportaron una ganancia ilegítima de casi medio millón de dólares, con perjuicio directo para otros accionistas de la compañía. Por este ilícito fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile y actualmente se ventila en Estados Unidos un juicio interpuesto por accionistas de LAN de nacionalidad norteamericana.

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