Qué está en juego en la elección socialista

Rubén Andino
Candidato al Comité Central del PS

Lista "Grandes Alamedas"

D – Nº 77

La elección interna socialista del próximo domingo 27 de abril coincide con el momento en que el gobierno de Michelle Bachelet comienza a quedar grabado en la memoria de los chilenos con sus logros en protección social y sus debilidades al combatir la desigualdad económica.

Seguiremos apoyando los esfuerzos de gobierno para otorgar mejores servicios de educación, salud y vivienda; redistribuir la riqueza; terminar con las discriminaciones de cualquier naturaleza en perjuicio de las mujeres, jóvenes, indígenas o minorías sexuales; o terminar con la corrupción, las inequidades y enfrentar las injusticias sociales.

En este marco, tenemos un partido sin capacidad de propuesta y carente de iniciativa; que limita su acción a un apoyo pasivo al gobierno y al silencio ante los errores y equivocaciones cometidos. Nos decimos socialistas y apoyamos políticas neoliberales; muchos de nuestros mandatarios se dicen demócratas y actúan como oligarcas. Como dijo Salvador Allende a propósito de la participación del PS en el Frente Popular “Los socialistas no hemos nacido para ser incondicionales y palaciegos”.

El partido está hoy convertido en una máquina burocrática de poder que carece de un proyecto político. La mesa directiva que termina su periodo ha reducido su influencia al gobierno y al Congreso Nacional, abandonado su acción en sindicatos, juntas de vecinos, colegios profesionales u otras organizaciones ciudadanas. Lo han alejando silenciosamente el pueblo, privando a nuestra Presidenta de un partido activo en la sociedad que respalde su gestión.

La directiva que reemplace a la actual debe abandonar la línea acomodaticia de los dirigentes actuales y trazar una nueva orientación política que abra un nuevo ciclo en la política chilena, capaz de terminar de una vez por todas con el modelo económico neoliberal y el sistema político excluyente.

Este cambio no podemos realizarlo solos. Necesitamos la unidad de todas las fuerzas de avanzada social y política; con el objeto de elegir en 2009 un gobierno con incuestionable legitimidad, que profundice los logros de la Concertación en materia social, dé vida a una nueva Constitución y perfile una Estrategia de Desarrollo para enfrentar las desigualdades y discriminaciones, la crisis energética y medioambiental, y los desafíos que impone la sociedad de la información y del conocimiento.

Queremos un partido más democrático y unido, capaz de ampliar su base de apoyo y de mejorar su capacidad representación social. El PS no puede estar al servicio de altos funcionarios o parlamentarios; es sobre todo un instrumento de los trabajadores manuales e intelectuales y en última instancia de todos los hombres y mujeres que se sienten atraídos por los ideales socialistas.

Todavía creemos en los sueños de libertad, igualdad y justicia social para Chile y América Latina, que inspiraron a Salvador Allende y sentimos la responsabilidad de dar país un gobierno popular que enfrente a la derecha, que hoy se encubre detrás de propuestas populistas como las de Lavín o Piñera.