Congreso socialista: la procesión sigue por dentro

Rubén Andino
Luego del XXVIII Congreso del Partido Socialista, efectuado en Panimávida entre el viernes14 y el domingo 16 de marzo, la propaganda de la mayoría (Nueva Izquierda, Megatendencia, Tercerismo) se ha empeñado en demostrar que obtuvo una victoria categórica sobre la minoría (Grandes Alamedas y otros sectores); pero el resultado tiene muchas aristas de interpretación, que permiten predecir que la elección interna, programada para el domingo 27 de abril será muy encarnizada.

Una pregunta obvia es ¿quién ganó el Congreso?

Utilizando un término boxeril, podríamos decir que para el oficialismo fue una victoria por puntos y no del todo feliz, si se tiene en cuenta que el presidente del partido, Camilo Escalona, recibió en la inauguración el respaldo de la presidenta Michelle Bachelet y que hubo un prodigioso esfuerzo desplegado en Santiago y regiones por la mayoría de los parlamentarios y funcionarios de gobierno, para reunir al 60 por ciento de los delegados.

Los argumentos del oficialismo (Camilo Escalona, Marcelo Schilling y Ricardo Solari) estuvieron centradas en un apoyo irrestricto al gobierno y en una demonización de sus oponentes internos. El discurso se centró en estigmatizar a sus adversarios como enemigos del Gobierno; y La Moneda parece haber creído este discurso. El mayor logro del oficialismo radica en la aprobación de una Convención para designar el candidato del partido a la Presidencia de la República; opuesta a la idea de primarias (internas o abiertas), planteada por los opositores.

La oposición, que tiene entre sus dirigentes más conocidos a Isabel Allende, Jorge Arrate, Sergio Aguiló, Jaime Gazmuri, Alejandro Navarro, Carlos Ominami, Carlos Moya y Carmen Lazo, logró aglutinar en un sólido bloque minoritario al 40 por ciento de los delegados, quiénes sostienen que una crítica constructiva del partido a la gestión de Gobierno es sana para el país y que no puede confundirse la lealtad con incondicionalidad.

Las fuerzas opositoras se pronunciaron por exigir cambios fundamentales en la conducción de la Concertación y del Gobierno y el voto político, aprobado por la unanimidad de los asistentes, demuestra que más allá del discurso de Escalona, una inmensa mayoría de los delegados al Congreso considera que la gestión del Ejecutivo tiene grandes debilidades; y que deben enfrentarse con urgencia temas como la desigualdad económica, la corrupción, la ineficiencia en la gestión gubernamental y el termino de la exclusión social y política, para impedir que la derecha llegue al gobierno en 2010.

Luego del Congreso, el próximo paso en la disputa por la conducción del PS será la elección interna, en la que se enfrentarán dos bloques bien organizados. El resultado está por verse…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En el PS hay algunos que todavía no se resignan a que algunos de sus correligionarios se aburguesaron tanto que ya la idea de tener una via al socialismo con sabor a empanada y vino tinto, como lo proclamaba el compañero presidente, es aberrante e inconcebible...
No sólo los socialistas se dividen, todo el mundo se divide, la concerta dejará el gobierno totalmente desintegrada a mi juicio... si es que no se desintegra ahora, porque cada día que pasa... veo al oficialismo como una bombita de tiempo...

A lo mejor no tiene nada que ver con el tema que propones, pero a medida que leía, no pude evitar pensar en esto...

Saludos, siempre es necesario un espacio en el cual debatir temas contingentes y entretenidos como este...
Jorge A. Gómez Arismendi ha dicho que…
Sería interesante ver cuáles son los bienes políticos que incentivan la unión de fuerzas tan disimiles en la oposición a Escalona. Considerando eso, podríamos ver cuán perdurable será esa unión.
Anónimo ha dicho que…
Alma:

Gracias por tu comentario. Es muy certero y te encuentro mucha razón. mi crónica del congreso del PS revela el mal estado del partido y revela el agotamiento que sufre este conglomerado de la Concetación luego de gobernar por casi 20 años con un modelo económico y un sitema político que inicialmente no compartía y al que muchos terminaron por acomodarse y hasta lo disfrutan.

Te puedo decir, sin embargo, que muchos somos críticos de este proceso de lenta descomposición y trabajamos por cambiar un orden de cosas que nos parece una verguenza para un partido que se proclama socialista y que levanta el ícono de Salvador Allende, de la misma manera como la Iglesia Católica levanta la imagen de Cristo en Semana Santa, mientras peca todo el año.

Jorge:

Lo que une a la oposición a Escalona, Schilling y Solari es el deseo de convertir al PS en un espacio democrático, en el que vuelva a aceptarse la crítica y los puntos de vista diferentes como un bien y no como una traición.

Sobre la distancia que recorreré junto a Isabel Allende, Gazmuri u Ominami, no me atrevo a hacer vaticinios. Por ahora nuestros objetivos coinciden.

Saludos a ambos,

Rubén Andino

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