Schilling nuestro Torquemada


Rubén Andino

Hace unos días he leído con estupor que el Secretario General del PS, Marcelo Schilling, ha solicitado la expulsión del Presidente del Regional América del partido, compañero Esteban Silva, como respuesta a una supuesta declaración de adhesión a Ollanta Humala que habrías suscrito a nombre del Partido Socialista de Chile.

¡Que es esto! ¿Una caza de brujas al estilo de los fanáticos religiosos puritanos (ancestros de Georges W. Bush) o parte de una Guerra Santa a favor del pensamiento único?

Cualquiera sea la respuesta, el acto es repudiable y desde mi punto de vista sólo constituye una maniobra de "guerra psicológica" en contra de voces disidentes a la actual mesa del partido, que de esta manera pretende ocultar el fracaso de su gestión.

Pensé que el estalinismo estaba bien muerto y sepultado, pero parece que cada cierto tiempo resucita en cuerpo y espíritu, encarnado en personajes como Schilling, que todavía no se da por enterado de que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental y que el disciplinamiento no es el mejor mét0do para resolver las diferencias políticas.

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